domingo, 20 de julio de 2014

¿No te das cuenta que no me importa lo que estas diciendo?
Lo qué inventas,
tu cielo,
tu clima,
el clima,
los horarios que manejas,
tu autobiografía barata.
No me importan ni el lo más mínimo
tus músicas,
tus apariencias,
tu pensamiento,
tus ideales.

Y me seguis hablando.
Y te miento,
te ignoro.

¿Cómo pueden existir seres tan triviales?
Quiero morir en momentos como este.
Quiero que te vayas,
quiero irme.
Necesito irme.

Llenas cabezas con material descartable,
como si fueran tachos de basura reciclable.
Y estoy ahora escribiendo esto
porque aprendí a reciclar tu basura,
tu peste.