miércoles, 30 de enero de 2013

Ojos Almendrados


Ojos de almendra llenan mi cabeza,
manos de nieve tapan mis ojos.
La cabeza me da vueltas,
sin ningún destino.
Y cuando creo que ya pasó todo,
vuelvo a mirar para atras
y el reflejo de tu rostro,
me persigue sin parar.

Para olvidarme vuelvo a tapar mis ojos,
pero ya no hay más remedio.
Tus ojos me persiguen a todos lados,
como el sol en primavera,
que te sigue vayas a donde vayas,
y no lo podes evitar.

Y aca estoy, todavía evitandolos,
no puedo salir de donde estoy,
sin dudas necesito salir al sol,
pero no puedo gracias a vos,
gracias a tus ojos que me miran,
que me miran sin decir adios.

Gracias


Esa paz en las palabras solo las logras vos. Esa rabia sin precedentes, vive latente en tu corazón. Renovando el panorama, sientiendo la vida una vez más. El amor cambia todo el tiempo, el amor sigue ahí, el amor debe estar, el amor es tu lugar. Rodeado de gente y solo a la vez. Estas en el camino, viendonos correr.
Cuando la ciudad enloqueció, vos la  adornaste. Cuando volvió, vos la acompañantes. Los edificios te traicionaron, viste la sangre en lo más profundo de la tempestad. Esa mujer intentó verte, Ella intentó acompañarte. Ella canta en tus ojos, vos en los suyos. El tiempo pasó, las marcas quedaron. Se aplacaron y los gritos cesaron. Nuevo amor, nuevos cristales. Las tumbas quedaron lejos y los vestidos ya no fueron negros. La rueda siguió girando, los lamentos se terminaron.
Los años pasaron, ya era todo un circo. No podías nada, no sabías nada. El amor estaba y sobraba. Por todos lados ardía, las risas no faltaban.
La euforia estuvo, hasta que abriste tu corazón. Vi tu estrella y olvidé el desierto. La torre que me ayudaste a armar, es muy fuerte a pesar de ser de cristal. La casa también te lo agradeció, mal no terminó.
El rey llegó, el rey te alegró. El rey fue tu voz, fue todo para vos. La luz del sol estaba brillante, la noche era hermosa. La luz sobraba, no estaba rota.
Pero como todo, la luz se veló. La foto ya no era clara, estaba borrosa y dormida. Renaciste, una vez más, y volviste a ser vos. La naturaleza estaba de tu lado ahora, así que la aprovechaste sin temor.
Luego de esos pueblos de moda, luego de recordar a las mujeres, llegaron las canciones. La canciones que entran en cualquier lugar, que nunca sobran, que siempre están. Reviviste tu lugar, me diste fuerzas para vivir, me enseñaste a amar y me volviste a enamorar.
Todo queda, nada se va, todo seguirá a pesar del amar. Gracias por enseñarme a vivir, gracias por todo. Gracias por darte cuenta cuando estoy mal, gracias por ayudarme a salir. Gracias por darme vida, gracias por verme sonreír. Gracias por tus ojos, gracias por tus manos. Gracias por dejarme ser, gracias desde  mis entrañas.
Vivo en el lugar más normal del alma de este sol. Puertas que no paran de girar, ventanas jugosas y llenas de sal. Chicas de miel, sonrientes en el mar. Chicos de rubí, intentando amar. Circulos y vueltas, remolinos y tempestades. Hojas de bronce cortando mi boca. Mis labios despiden labial de diamante y flor, mientras tanto cae una lluvia de brillo y calor.

Nadie sabe nada,
nada es tu luz,
tu luz es mi llama,
mi llama es tu cruz.
Yo dependo de vos,
vos dependes de mi,
sin mi alma no sos,
sin tus manos no soy.
Pasé por junglas,
cielos y manantiales,
sé que con tu voz sanás,
tardé mucho en sanarme.
No tenía enfermedades,
solo carecía de palabra,
no podía explicarse,
hasta que un día pude hablar.
Era porque te había oído,
era porque te había visto,
salí de ese lío,
y me metí en un sismo.
Un sismo violeta,
que de noche no para,
sigue noche y día,
y siempre te salva.

Ahogada en el perfume de mis ojos
escucho las palabras de las hadas
y les agradesco la luz que me irradian,
me transformo en una húmeda risa.
El viento pasa por mi puerta,
yo lo ignoro tres veces sin parar,
mis pies quedan flotando en el cosmos
junto al hada que me cuida y no la tengo que llamar.
Estrellas de colores
se quedan en mi voz,
verdes destellos de amor,
y violeta de un dulce sabor.
El mar me acompaña a todos lados,
junto a mi hada de color,
los dos son parte de mi,
los dos vieron cuando crecí.

Dos En El Sol


Procurá el amarillo en tus ojos, el dorado del sol. El mar en mis manos, el bosque en tus oídos y el rojo en mi corazón. Las flores se abren para nosotras, esa sensación que nunca sentí, ahora es más real que el aire a mi alrededor. La nieve quema nuestros pies, la miel no se hace cargo de este calor. La lluvia no paró todavía, eso no significa que me muera de frío.
La luz es tan potente que casi no se siente, las hojas del árbol están tensas en la arena, ningún ser humano se atreve a pararse en donde estamos. Aquí la helada te hiela hasta dejarte el alma triturada. Es que el sol se hartó de verte tan frío, sin confiar en vos. Dejarte llevar por las canciones que dica la tierra y no volar al más allá.
Por suerte nosotras sabemos hacia donde van las estrellas, el celeste de las galáxias nos confunde y nos pierde. Perdemos la noción del tiempo y nos vamos al paraíso de hielo.

Gusanos


Tanta fuerza, tanto dolor,
espejos que roban melodías,
odio en el oído de todos,
ya ni saben que sintonizan.
Cadaveres retorcidos y rebuscados,
girando en espirales interminables,
pozos de manos, siluetas sin rostro,
farsas que viven detrás de las estrellas.
Doradas, brillan, se estremecen,
parece que existen, que son tuyas,
más se disuelven en tus manos,
son solo extraños gusanos.

martes, 15 de enero de 2013

Araña De Luz


Era madrugada en el mundo, en mi cabeza solo era la hora de la siesta.
Abrí un poco la ventana para observar el cielo  nacer y crecer otra vez.
La luz se apoderaba de la noche, yo la miraba sigilosa.
Y no pude parar de sonreir, no pude parar más.
Sabía que estaba ahí, estaba viviendo el ahora.
Tomé las pocas estrellas que quedaban,
y escribí un par de lineas.
No tenía idea de que estaba haciendo,
pero no lo pensé ni un momento,
Y plasmé todo esto, nada más ni nada menos.
Tengo el poder de sonreir con tan solo ver el sol,
no sé si nací con él, o simplemente lo aprendí.
Y no soporto ver que la gente se encierra en la oscuridad,
y no quiere aceptar que hay algo más allá.
Le agradessco a la vida, le agradesco al amor.
Ya no sé a quien agradecerle, si a mi o a esa hermosa canción.

domingo, 13 de enero de 2013

Grandes Colores


Hago dibujos de colores en una servilleta, mientras pienso en el viento que está pasando sobre mi. Se está llevando algo, algo que me costó dejar ir. Mi pelo se alborota, al igual que mi cabeza loca. No encuentro adjetivos para este fenómeno, no se puede explicar, hay que sentirlo. Pero no te preocupes, no va a tardar en llegar, va a llegar cuando no lo esperes, te va a agarrar con los ojos cerrados, los vas a abrir y vas a sentir que el dolor esta en otro plano.
No dudes ni un segundo, todo va a acabar.
No lo dudes ni un segundo, tu vida va a cambiar.
No lo dudes más, tenes que salir a vivir.
No podes estar así, sé que me vas a escuchar.

Dejá De Correr.


Paso las tardes viendo el relój que se mueve. Las agujas no paran nunca, incluso aunque las llame, ellas estan en otra frecuencia. La frecuencia humana, la frecuencia del tiempo. Desde mi silla lo observo, pero odio ver como sufre. Una brisa única y oscura pasa por los números, que son parte del cosmos de la desesperación. Y con esa reacción, las personas corren sin ninguna explicación. Acá en mi lugar no solo puedo ver eso, puedo ver más allá, puedo ver los edificios muriendo de miedo, puedo ver la luz que sale de muy lejos, en la eternidad.
Se pasan los minutos, las horas, los días y yo sigo en el mismo lugar. Sentada viendo el reloj, que no para jamás. Pero hoy todo cambió, hoy supe que un hombre se chocó con el sol y ahora me está acompañando, en el atardecer, viendo al relój

lunes, 7 de enero de 2013

Destrucción Pefecta



El Caos sabe muy bien como tratar a la Humanidad. Él es bueno y no desea ningún mal. La Humanidad la respetaba y era correcta, pero siempre quería más. El Caos entendió que la Humanidad era muy joven y quería probar cosas nuevas. La Humanidad tenía la edad suficiente como para hacer ciertas cosas que al Caos le agradaban y no le molestaban. Él nunca se quejó de nada, y si Ella cometía algún error, el Caos lo arreglaba rápidamente.
La Humanidad creció y creció. Los siglos pasaban y seguía creciendo. Nunca paraba, nunca descansaba. Los suspiros duraban cada vez menos, y el cielo se apuraba todo el tiempo.
La Humanidad no miraba alrededor, miraba para el futuro, un futuro demasiado lejano.
El Caos comenzó a preocuparse y le advirtió a la Humanidad que si no dejaba de correr  todo iba empeorar. La Humanidad no quería caminar, decía que caminar era para tontos. Pero el Caos muy bien sabía que caminando se llega a todos lados, incluso más rápido que cualquier loco tornado.
Pasaron más de veinte siglos para que la Humanidad se diera cuenta de lo que estaba pasando, se dio cuenta que su crecimento estaba destruyendo al mundo. Pero, a pesar de todo, ella siguió corriendo. Y corría y corría, y el Caos la miraba de cerca con la mirada enfurecida. Y con el paso del tiempo se fue acercando cada vez más. Llegó un momento en el que estaban tan cerca uno de otro que quedaron encimados hasta complementarse.
Y así fue que la Humanidad y el Caos terminaron siendo el mismo ser.

viernes, 4 de enero de 2013

Cuando el sol sale,
está ahí esperandote,
no sale a buscarte,
tenés que verlo e ir a él.
Si las flores se esconden,
no significa oscuridad,
solo unas horas de noche, 
y en la madrugada ya no hay soledad.
No existen los tristes soles,
eso es un invento humano,
el sol es una unidad luminosa
que te mantiene vivo y sano.
La voz camuflada va
hasta cierto momento,
cuando empezas a dar
sale de su armamento

miércoles, 2 de enero de 2013

Fascinación negra,
muerte de escritura,
rojos labios rozando el lápiz,
cortando la linea que abruma.
Tornados de sonrisas,
sonrisas de un segundo,
sonrisas que deambulan,
y no tienen nada puro.
Y ella escribe sin parar,
con sus dedos envueltos en celofán,
los ojos fijos en las letras,
luna llena en su amar.
Sus lágrimas se transformaron en tinta,
su dolor ahora es poesía,
poesía escrita,
que no vuelve más.